miércoles, 30 de enero de 2013

ANIMACIÓN LECTORA

Hoy para celebrar el Día de la No-Violencia escolar y la Paz hemos disfrutado de la Animación Lectora que ha preparado la maestra de PROA sobre 
"El hombrecillo de Papel" de Fernando Alonso.

lunes, 28 de enero de 2013

LENGUAJE, COMUNICACIÓN, HABLA..¿ES TODO LO MISMO?

Nuestra profesora de A.L, Noemí González, ha escrito un artículo muy interesante para la Revista Digital  sobre la diferencia entre el lenguaje, comunicación y el habla:

LENGUAJE, COMUNICACIÓN, HABLA…. ¿ES TODO LO MISMO?              
Comenzamos este artículo con este interrogante para empezar a pensar en su respuesta. Posiblemente os lo hayáis preguntado ya en alguna ocasión. Si nunca os habéis parado a pensarlo os propongo un juego, os doy unos momentos para que lo penséis ahora, antes de seguir leyendo. Os espero, ¿ya? Lo vamos a explicar de forma muy sencilla y así podréis contrastar vuestras ideas con lo que vamos a exponer a continuación.
Las respuestas de mis alumnos más pequeños son directas, no se puede vivir sin hablar. Sabemos que no podemos sobrevivir sin comer, no podemos sobrevivir sin respirar pero, ¿podemos vivir sin hablar? Ellos lo tienen claro, dicen que no. Aunque pueda parecer gracioso, es una idea muy interesante para reflexionar. Claro que podemos vivir sin hablar, a lo largo de la historia se han conocido casos de personas mudas que por diversos motivos no podían hablar. Las personas sordas pueden hablar si se les enseña, ya que no aprenden de forma natural porque no perciben el lenguaje por el oído. Además las personas sordas han desarrollado unas lenguas viso-gestuales, las lenguas de signos o de señas, con las cuales se salva la barrera de la audición y por lo tanto pueden comunicarse.  
Retomando el tema principal, se puede vivir sin hablar pero, sin duda, no se puede no comunicar. Nos comunicamos cuando hablamos, claro, pero también nos comunicamos cuando no hablamos. ¿Os extraña? Vamos a poner un ejemplo muy sencillo: estáis jugando en el patio, decidiendo el siguiente juego. La mayoría queréis jugar al escondite y saltáis de alegría. Un compañero, de repente y en silencio, sin abrir la boca, sin decir ninguna palabra, se cruza de brazos, baja la mirada al suelo, su cara está seria… ¿Qué nos está comunicando? ¡Que no quiere jugar a eso! Y lo entendemos sin hablar, esa es la magia de la comunicación, que no se puede “no comunicar”, expresamos siempre, aunque no queramos.  
Pero, a ver, entonces, ¿qué es el lenguaje? De forma muy resumida diremos que es una facultad esencialmente humana que se adquiere de forma natural en la infancia y nos permite comunicar, aprender, pensar, razonar, etc. aunque también hay lenguajes muy sencillos y limitados que utilizan algunas especies de animales. Está el lenguaje de las abejas, el lenguaje de algunos primates… también podemos hablar de lenguajes inventados, de códigos, como el código de circulación, el código de banderas utilizado en navegación, etc. El lenguaje humano además puede ser hablado o escrito. Pero, parafraseando uno de mis libros favoritos de cuando era pequeña: “ésta es otra historia y debe contarse en otra ocasión”. Sí, lo habéis adivinado, es de “La historia interminable”, de Michael Ende.
Para terminar os dejaré con una frase para pensar, sobre todo por si alguna vez os habéis quejado en clase de buscar palabras en el diccionario ; )
“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi propio mundo”   Ludwig Wittgenstein

Noemí González Martínez
Maestra de Audición y Lenguaje en el CEIP San Gil

viernes, 25 de enero de 2013

LA DUQUESA DE ALBURQUERQUE


LOS ALUMN@S DE PRIMER CICLO HAN DISFRUTADO DE UNA
TEATRALIZACIÓN SOBRE EL CASTILLO DE CUÉLLAR Y
 LA DUQUESA DE ALBURQUERQUE

Fotografía

LA ACTIVIDAD SE HA REALIZADO EN LA BIBLIOTECA Y  HA SERVIDO DE ESTRENO DE LA NUEVA PDI, LA CUAL NOS AYUDARÁ EN LAS ACTIVIDADES DE FOMENTO DE LA LECTURA COMO TEATRALIZACIONES O ANIMACIONES LECTORAS

MÁS FOTOS AQUÍ

GRACIAS A TURISMO DE CUÉLLAR

lunes, 21 de enero de 2013

10 CONSEJOS PARA QUE VUESTROS HIJOS ODIEN LA LECTURA


DÍA ESCOLAR DE LA NO- VIOLENCIA Y LA PAZ

 El 30 de Enero celebramos "El Día Escolar de la No-violencia y la Paz" que fue declarado por primera vez en 1964. Su objetivo es la educación en y para la tolerancia, la solidaridad, la concordia, el respeto a los Derechos Humanos, la no-violencia y la paz. 
En este día, los colegios y centros se convierten en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión.

Se conmemora, además, la muerte del líder nacional y espiritual de la India, el Mahatma Gandhi, quien fue asesinado el 30 de enero de 1948 por un fanático hinduista. 
 A continuación te dejamos una selección de libros para trabajar en el colegio o en familia el Día Escolar de la No-Violencia y la Paz. 

(Algunos de los libros tienen fichas para descargar con diferentes actividades).
Ilustración:Tim Robinson

PARTES DE UN LECTOR



martes, 15 de enero de 2013

POESÍAS POR LA PAZ


En la zona de alumnos del escritorio de la Junta de Castilla y León podrás encontrar Poesías, letras de canciones y un montón de actividades para celebrar el día de la Paz.



jueves, 10 de enero de 2013

UNA DOCENA DE CONSEJOS PARA QUE A TUS HIJOS LES MOLE LEER




Todos queremos que nuestros hijos lean, que se aficionen a la lectura, que descubran ese placer a su alcance, al que podrán recurrir siempre para aprender, para soñar, para disfrutar, para pensar, para llorar a mares, para reírse a carcajadas, para descubrir otras vidas, para evadirse. Leer para vivir.
¿Qué podemos hacer para transmitirles ese interés? ¿Para conseguir que la lectura sea un hábito y un placer? No hay una receta mágica… pero hay unas cuantas cosas que sí podemos hacer.

1. Leer, leer, leer, leer, leer, leer

Esto es tan obvio que da vergüenza tener que decirlo pero si tú no lees jamás, si tus hijos no te ven leer ¿cómo van a aficionarse a algo que no conocen, que les resulta ajeno? Tienen que verte con un libro en la mano. Igual que tu hijo jamás será tenista de éxito si no lo llevas a jugar al tenis, tampoco se aficionará a leer si no lo ve la lectura como algo normal a su alrededor.

2. Tener libros en casa

Tener libros en casa, tenerlos en estanterías en el salón, en tu cuarto, en su cuarto, en una pila en tu mesilla, encima de la mesa. Organizados por temas, por orden alfabético, sin ningún tipo de orden. Libros como algo habitual y normal, no como algo “místico” y lejano. Libros gordos, libros finos, libros con muchas fotos y poca letra, libros sin dibujos, libros pequeños, grandes, de colores, libros nuevos, libros viejos, heredados, comprados, usados.

3. Llevarles a la biblioteca

Para hacerles conocer los libros y su mundo nada mejor que llevarles a la biblioteca. En casi todas ellas hay una zona infantil llena de libros pensados para ellos en sus distintas etapas. Tampoco hay que volverse loco y un fundamentalista absurdo y empeñarse en llevar al niño de 1 año a la biblioteca todas las semanas porque sencillamente no se entera, pero a partir de los 3 o así conviene crearles el habito de ir de vez en cuando (semanal o quincenalmente) a la biblioteca. Las actividades que organizan allí como talleres de lectura, cuentacuentos y demás están muy bien, pero no hay que olvidar cual es su función principal: prestar libros. Hay que enseñarles cómo funcionan, hacerles el carnet y dejarles pulular por las estanterías y que cojan lo que quieran.

4. Trato con los libros

Leer no implica solo juntar las palabras. Leer implica que te gusten los libros, tenerlos, usarlos, colocarlos, verlos en las estanterías, ordenarlos, desordenarlos, prestarlos. Tienen que verte tratar con los libros, acarrear uno al sofá, de ahí a la cama, leer mientras desayunas, llevar un libro en el bolso, a la playa, en vacaciones. Leer en la sala de espera, en el parque mientras ellos juegan. Verte usar y tratar los libros los hace cercanos, los acerca a su vida. Tener libros y poder tocarlos, manejarlos, y usarlos los hace a la vez cercanos en el trato y misteriosos en el contenido.

5. Establecer una rutina lectora

Igual que se enseña (o se intenta) el hábito de comer, de dormir, de ducharse y de recoger la habitación se puede enseñar a adquirir el hábito de la lectura. Advierto que es duro y a veces fantasearás con el pensamiento “bueno, si no se aficionan a leer tampoco pasa nada”… porque a última hora del día, cuando ya lo tienes limpios, cenados y acostados… la rutina de “leer un cuento” puede ser terrorífica según el día, el cuento y su estado de ánimo.
Por supuesto para esto hay que desechar la idealización esa de las pelis que todos tenemos en la cabeza: ellos empijamados, tú pletórico de fuerzas y colmado de amor por tus hijos, iluminados por una lámpara de princesas, dinosaurios o astronautas en una escena idílica leyendo un cuento molón. La realidad se asemeja más a tú utilizando tus últimas fuerzas del día, mientras ellos protestan y tú lees por enésima vez un cuento espantoso y que a pesar de tener 20 páginas se te hace eterno. Por supuesto y por si alguien cree en ello, los niños JAMÁS se duermen mientras les lees un cuento y si hay más de uno se pelearán por el sitio, por ver, por el cojín, por la almohada…
Tampoco hay que fanatizarse con eso, si un día no te apetece o ellos no tienen ganas, no pasa nada, pero piensa que al final funciona. Un día llegarán y dirán: me voy a la cama a leer… y se te caerán las lágrimas de la emoción.
Después llegará el día en que no habrá manera de apagarles la luz, pero de eso ya te preocuparás más adelante.

6. Nunca obligar a leer un libro

Que lean lo que quieran, obviamente dentro de lo que es más o menos adecuado a su edad, pero nunca obligarles a coger un libro sencillamente porque a ti te encantó. Que lean lo que quieran, que se atiborren a Gerónimo Stilton, o Harry Potter o que decidan leer solo libros de fantasía. Exactamente lo mismo haces tú, lees lo que te apetece, lo que te llama y poco a poco has ido saltando de unas cosas a otras, lo mismo les ocurrirá a ellos si les dejas y llegarán a dónde tú quieres, a dónde a ti te interesa que lleguen, a leer algo que te gusta a ti y poder discutirlo con ellos. Primero se adquiere el hábito de leer y después el gusto lector… y el gusto lector es muy personal y puede que no lo compartáis o que tardéis un tiempo en compartirlo.

7. Que lean cómo y cuándo quieran

Una vez que han adquirido el hábito de leer, pueden tener rachas de no soltar el libro y otras de no apetecerles o dejarlo a los diez minutos. Déjales, es su ritmo lector igual que tú tienes el tuyo. Puede que lean muchísimo en invierno y en verano se dispersen, puede que no dejen el libro en la playa y no te hagan ni caso, puede que lean tirados en el suelo, subidos a una mesa, que les den las dos de la mañana o que no lean en un mes. Déjales a su aire… poco a poco lo controlaran.

8. No regalar libros en contraposición a juguetes

Leer es un placer y jugar también. No son cosas opuestas y nunca jamás hay que decir cosas horribles del tipo: “no te regalo un juguete, te regalo un libro” como si un libro fuera lo bueno y un juguete lo malo. Hay tiempo para jugar y tiempo para leer y atiborrar a un niño de libros cuando lo que quiere es una muñeca o motos o coches o unos patines es una putada y un sinsentido; seguirá queriendo su juguete, odiará el libro y te odiará a ti.

9. Enseñarles parafernalia libresca

Escribir su nombre en el libro cuando lo compran o se lo regalan, ordenarlos en la biblioteca, tener un cuaderno donde apunten los libros que han leído, que han cogido de la biblioteca, quién se los ha regalado. Hacer dibujos de los personajes y ponerlos en la nevera mientras los están leyendo, buscar las pelis sobre los libros después de que los hayan leído… todo un mundo de cosas para hacer que no mejoran la lectura pero que mola y engancha.

10. Darle un poco de misterio

Establecer con ellos un vínculo misterioso a través de los libros. Rebuscar entre tus libros el título justo que quieres o comprar el libro que en un determinado momento te marcó y quieres regalarles y dárselo diciendo: “Mira, este libro lo leí yo cuando tenía tu edad y me encantó, espero que te guste”. Por supuesto, volvemos al punto 6, no hay que obligarles a leerlo. Se echa la caña y se espera… con el tiempo acaban picando.

11. Compartir una lectura en alto

Esto no es exactamente igual que establecer una rutina lectora. Cuando les lees un cuento por la noche lo haces para que se acostumbren a tener ese rato para leer, compartir una lectura en alto persigue otra finalidad. Se trata de acercarles un libro más de mayores, que ellos solos no podrían leer porque “es demasiado gordo” e introducirles en ese mundo de tu mano. Tú lees en alto y ellos escuchan, preguntan lo que no entienden, se preocupan por los personajes, por lo que pasará, por lo que no pasará, a veces querrán que sigas leyendo más allá de tus fuerzas, otras veces no querrán que empieces, querrán leer ellos en alto…Compartir esa lectura tiene que ser un momento especial y que al terminar digan: cuando sea más mayor lo voy a leer yo solo.

12. Leer, leer, leer, leer

Es obvio pero indispensable y por eso lo repito. Si tus hijos te ven leer, te ven disfrutar con la lectura. Ven que en cuanto tienes un hueco te pones a leer, que tratas los libros con mimo, que los quieres. Te ven reírte, llorar, abstraerte. Si contestas a sus preguntas con algo como “Lo he leído en un libro” o al ver una película les dices: “en el libro pasan más cosas”…les irás metiendo poco a poco el gusanillo de la lectura, del interés y el amor por los libros.

Sacado de la página :http://unadocenade.com/una-docena-de-consejos-para-que-a-tus-hijos-les-mole-leer/ y publicado por Molinos. Ilustración de Alicia Varela.

martes, 8 de enero de 2013

¡FELIZ AÑO 2013!

Desde el blog de la biblioteca os queremos desear un año 2013 cargado de buenas lecturas.
Os esperan en las estanterías un montón de libros llenos de aventuras y de buenas historias....¡animaros a comprobarlo!